La felicidad me envuelve como un manto,
Un manto transparente de belleza y placer,
Un manto único, mágico y bello,
Un manto que desborda el bien.
Como el más dulce de los manjares,
Que placer produce al paladar,
Así mi corazón se va llenando,
De todo lo que representa la felicidad.
Y no estoy enamorado,
Tampoco solo he dejado de estar,
Es tan sólo una energía misteriosa,
Que me envolvió desde el despertar.
Y bello veo lo que me rodea,
Belleza respiro por doquier,
Y hasta lo malo y lo feo,
Se vuelve bello a más no poder.
Sentimiento como este,
Hace tiempo no sentía ya.
Me había resignado
A vivir sólo en la soledad.
Más hoy, no es como cualquier día,
Creo que algo va a suceder.
Mi corazón así lo siente,
Mi ser entero goza el placer.
Quiero extender mi sentimiento
A toda la humanidad.
Quiero que todos tengan dicha
Y no en cuerpo sino espiritual.
La paz que trae ese sentimiento,
Permite todos los pesares atravesar.
Avanza en medio de la pobreza,
Y la convierte en riqueza espiritual.
Amén a toda la belleza,
Amén también a todo el mal,
Porque de uno y de otro,
Siempre algo bueno se puede aprovechar.
Que nunca digan las personas,
Que lo único bueno es el bien,
El mal también es bueno para aquellos,
Que lo practican por doquier.
Así que despierten ya de ese sueño,
No dividan más la humanidad,
Aprendan a vivir como hermanos,
Y vivan, sientan, la felicidad.
02 de noviembre de 2000