Mil años y un día han pasado,

Buscando paz, la humanidad.

Generaciones muertas en vano,

Buscando hallar la paridad.

 

Mil años y un día han pasado,

Desde que el hombre aceptó,

Que es el fin de su existencia,

Si el fin él mismo quien afanó.

 

Millón de días transcurridos,

Millones, millares de vidas perdidas.

El hombre hundido en su miseria,

Busca pasar su propia ruina.

 

El problema es que siempre repite,

Recae y comete el mismo error:

Busca al culpable en sus semejantes,

Es ciego y sordo a su corazón.

 

No es capaz mirar al espejo,

Aceptar su culpa y responder,

La pregunta que siempre le ha carcomido:

¿Cómo arreglo lo que llegué a ser?

 

Y esa pregunta nos ha evadido,

Aunque hemos buscado respuesta.

Y nuestra mente se cierra a ella,

Pues huye de la conciencia.

 

Si de verdad quieres cambiar el mundo,

Cambia tú mismo, primero.

Deja a un lado los altruismos,

Y arregla tu propio chiquero.

 

Jueves, 16 de abril de 2015

 

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