¡Qué dolor es el que tengo por mi patria adoptiva!

Sin tapujos y engañada, está yendo a la deriva.

Destruida y desfalcada, aterrada y perdida,

Poco a poco se derrumba y se arrastra cual mendiga.

 

Y el pueblo, como en circo, la abuchea desde lejos,

O vitorea a aquellos que nos tratan de pendejos.

Que nos dicen que la Patria ha de estar en la inmunda,

Pues fue culpa de unos y otros, y no hay quien la refunda.

 

¡Qué dolor y qué vergüenza! ¡Qué horror es el que siento!

Viendo al pueblo alegando como barras en encuentro.

Como si fuese un partido, un encuentro futbolero,

Van azuzando a sus políticos que van felices con el fuero.

 

No comprenden que no importa si es izquierda o derecha,

Ya no importa si es rico, si es pobre o maltrecho.

Es el país, la Patria entera, lo que se viene destruyendo.

Y con ella: todos pagan, sin importar su miramiento.

 

Ya el pueblo ha olvidado lo que es la democracia,

No comprende que hoy por hoy tan solo es una falacia.

Ya el político no es servidor para el pueblo.

Ahora es un “gran” señor, un comerciante de ensueño.

 

Un otorgante de contratos y negociante del Tesoro,

Más no representa la nación; es leguleyo sin decoro.

Que legisla y decreta para proteger a oportunistas,

Y roba al pueblo y a la nación cobrando coima a contratistas.

 

Y el pueblo, bien servil, se arrastra tras las sobras,

Que van dejando los contratos, sin dar fe de la deshonra.

Con la mano extendida, suplicando por migajas,

Olvidando que fue él quien otorgó el poder a ratas.

 

Olvidando que también tiene el poder de arreglarlo,

Pero debe para ello olvidar que es de un bando.

Recordar que es colombiana y la izquierda y la derecha,

Y solo unidos lograremos que Colombia se destuerza.

 

Olvidarse de rencillas, de rencores y pasado.

Comprender de una vez, que la guerra es lo malo.

Que la estafa y el engaño -que nos dicen que es “malicia”-,

Es lo peor que nos sucede, pues nos consume la avaricia.

 

Y obligar a los políticos a tirar a un solo lado,

Pues cada quién para el suyo: el país está estancado.

Ya va siendo que se mueva, es necesario cambiar.

De lo contrario Colombia se nos va a acabar.

 

Miércoles, 12 de junio de 2019

 

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