No hay razón en esta vida
Que impulse más allá de todo
Un barco yendo a la deriva
En medio de un río de lodo
No existe fuerza que te lleve
Y que te impulse por la vida
Si vas en contra de tu suerte
Contrariando tu valía
No hay valor en enfrentarse
Como un idiota al destino
Hay que cogerlo por el talle
Bailando suave: a paso fino
No hay amores que abarquen
Contigo todo el infinito
Finitos son los amoríos
Como finito, el destino.
No hay razón de empoderarse
Y aferrarse a la vida
La muerte es una constante
Y nos espera a la salida
No hay sentido en temer
A lo que es inevitable
Se pierde tiempo con el miedo
No se disfruta el instante
No hay que creerles a los hados
Son traicioneros, mentirosos
La vida está es en tus manos
No en destinos afanosos
No hay que creer a nadie culto,
Pues en su finita sapiencia
Nos tratará como a bobos
Con infinita displicencia
No hay que entender al desdichado
Ni al leproso, ni al hambriento
Si no has estado en sus zapatos
Si nunca fuiste harapiento.
No hay que adorar ni el bien ni el mal
Pues tú no sabes de ninguno
Tu bien es tú realidad
Pero no es mal, te lo aseguro
Jueves, 06 de agosto de 2020