Mi nombre no importa y menos mi edad

Tan solo el latir del suspiro

Tan solo el dolor de un simple mortal

Al que ha alcanzado el destino.

 

Tan solo el ardor en el pecho, mortal,

Herido por flecha de Cupido,

¡Qué malo tú eres al disparar

A un hombre que ya ha sido herido!

 

Oh ángel maldito, oh querubín,

Que en busca de presa me heriste,

¿Pensaste acaso, al tensar tu sedal

Lo que con tu flecha hiciste?

 

Y ahora yo sangro y no logro sacar

La flecha maldita que me arde.

¿Por qué el destino, el destino fatal

Hizo que cruzaras delante?

 

Maldito Cupido, maldito dolor,

Maldita la fe y esperanza

De que este fuera el eterno amor

Que por fin traería la calma.

 

Y ahora, deshecho, en mi lecho de dolor,

Yo lloro con sangre la herida

Espero que este dolor de amor

Drene y sane mi vida.

 

Espero también, que tú, querubín,

Apuntes con cuidado tus flechas,

Herir por herir no es un honor,

Es un sádico que a ti te acecha.

 

Martes, Julio 26 de 2022

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