No sé qué debo escribir, pues ya nada me apasiona.
No sé qué debo ya sentir, pues ya nada me ilusiona.
No sé lo que yo quiero ser, pues ya nada a mi importa.
Y no sé a quién he de querer en este mundo que coarta.
No sé hallar hoy la verdad en este mundo de mentiras.
No sé si es realidad lo que yo veo día a día.
No sé si Dios me está velando, allá arriba en los Cielos.
O es el diablo hoy toreando: ¡a todos tiene de pendejos!
No sé creer ni sé sentir, todo ya lo he olvidado.
No sé querer ni sé vivir, la sociedad me ha estropeado.
No sé tampoco ya de ciencia, después de todas las mentiras.
No sé de quién es la conciencia, si es el dinero el que prima.
No sé tampoco de saber, ni de historia, ni arte.
No sé tampoco escribir, y de qué poetas hoy fiarme.
No sé creer en la TV, tampoco otros “intelectuales”.
Ya, hoy por hoy, perdí mi fe, en este mundo de “verdades”.
No sé qué más puedo hacer, si el guion me lo cambiaron.
Como por quinta o sexta vez, me dicen que estaba equivocado.
No sé más yo de realidades, tampoco de lo que es mentira.
Pues la verdad me ha engañando y la mentira hoy es querida.
Tampoco queda el fastidio y mucho menos el dolor.
La apatía del día a día ha reemplazado el amor.
No sé qué hacer ya con mi vida. Tampoco sé si debo amar.
Tan solo sé que, en la impotencia, tan solo queda: soledad…
Lunes, 30 de diciembre de 2024
