Entre virtudes de la vida,
Buscando del todo florecer,
Está aquel que se cree hombre,
Y como tal ha de crecer.
Y de a poco crece solo.
Sin compañía, ni visión.
Pero pendiente de su entorno,
Y sobre todo, de su corazón.
No es un ser como cualquiera,
Él es un ente especial.
Su fe puede mover montañas,
También milagros realizar.
Él es un hombre, pero es más que eso.
Aunque no es supernatural.
Tan sólo un ser, cuyo entorno,
Nunca fue expuesto al mal.
Él no conoce de vilezas,
Y nada sabe del dolor.
Su alma es pura pureza,
Y sólo puede dar amor.
¿En dónde está ese ser perfecto?
¿Cuál es su nombre, su pasión?
¿Y cómo es él tan correcto?
¿Cómo el mal, él evitó?
Y ese ser está muy cerca,
De hecho, tú lo puedes alcanzar.
Tan sólo tienes que cerrar los ojos
Y a ti mismo escuchar.
Lunes, diciembre 11 de 2006