Cuentos

Evgeny Zhukov. Escritor, poeta y periodista.
  • Me presento: mi nombre es… Aunque… ¿acaso importa? No lo creo. Sólo soy un ser humano. Igual a ti. Con mis defectos y virtudes. Que nació en un pedazo de tierra. Que fue criado por su madre y padre. Que, igual que tú, también se formó en medio de una familia con hermanos, hermanas, tíos, tías, abuelos y abuelas. Igual que tú, teníamos tradiciones y costumbres. Celebrábamos los momentos felices y los aniversarios; o llorábamos y hacíamos duelo en los momentos trágicos y tristes.

  • Esta parábola fue escrita por Vladimir Megre. La idea que plantea este escritor en su texto me pareció tan interesante que, viendo que no existen traducciones al español, me tomé el atrevimiento de traducirla. Espero que la disfruten y comenten qué opinan al respecto.

     

  • Caminando una noche de verano por un campo de trigo hollado, veo a lo lejos un bosque y un leñador que está ocupado. Me habían comentado los lugareños que aquel hombre es extremadamente peligroso, más yo, ignorando los consejos, me acerco y lo acoso:

  • Nunca, en toda su existencia, un ser como ese penetró en sus dominios. Sus verdes hojas no conocían el sabor del Hombre y los animales que en él vivían, nunca vieron a otro que caminase sobre dos patas todo el tiempo, y utilizase de vez en cuando a otro animal como transporte. La tranquilidad y armonía se interrumpió por ese intruso que, sin autorización alguna, llegó a profanar el sagrado suelo que permaneció virgen durante miles de millones de años.

  • Cuando Juan Carlos, después de leer en décimo grado "El Quijote de la Mancha", entregó su análisis al profesor, jamás se imaginó que su vida quedaría marcada para siempre con esas famosas palabras: "En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme...". Una semana después, al recibir el trabajo calificado, se sorprendió de que su nota fuese un dos. Había esperado por lo menos un cuatro, pero no lo obtuvo.