No entiendo la reacción del mundo por la operación militar israelí en Gaza. Sí, es cierto, están matando palestinos. Sí, es cierto, hacen lo que quieren. Sí, es cierto, pasan por encima de los derechos humanos. Sí, es cierto, utilizan armas de última tecnología en contra de una población civil, en su mayoría. ¿Y qué?
Desde 1947, el pueblo elegido ha hecho de las suyas en la mitad del mundo árabe, apoyado y protegido por la ONU y Estados Unidos. ¡Pero eso es justo! El pobre pueblo judío sufrió casi 2000 años de exilio, desde que le sacaron la romana piedra al emperador Tito, por ahí en el año 70 DC. Imagínense, el pobre pueblo elegido, condenado a vagar por Europa durante 2000 años, sin tierra ni reconocimiento. Ellos sí que saben lo que es no tener un Estado.
Pero eso no es todo. Durante esos 2000 años, los judíos eran perseguidos a donde fueran. No sé cómo, pero se las ingeniaban para sacarle la piedra al que sea. ¡Pobrecillos! Ellos no tienen la culpa de ser así. Fueron perseguidos, humillados, torturados y asesinados. Tan sólo entre 1939 y 1945, seis millones de ellos fueron a la hoguera, en el bien llamado, publicitado y comercializado “holocausto”.
Es que son 2000 años de represión acumulada en los genes, con odio y resentimiento ancestral transmitido de generación en generación. Los palestinos, hasta ahora, llevan 61 años sin tierra, así que ni para qué se molestan. Les faltan 1939 años de sufrimiento y represión, para igualar a los pobres judíos. El que estemos en pleno siglo XXI, no tiene porque importar, ya que más vale “ojo por ojo y diente por diente”, que “ceder y compartir”.
Es la hora de la venganza de Israel. Es la hora de levantar la espada nuclear y bajarla de un tajo sobre los mal agradecidos palestinos. Tan solo piénselo: Los judíos fueron lo suficientemente amables como para permitirles sobrevivir y ¿todavía quieren más? Ellos no los borraron de la faz de la tierra, pudiendo hacerlo. Ellos les dan un puesto de trabajo, por cada 10 palestinos, pudiendo no dar ninguno. Ellos les dejan pasar los puestos de control después de humillarlos y vapulearlos, pudiendo matarlos. ¿Es que los palestinos no saben agradecer esa generosidad israelí? ¿Es que ellos no entienden que los divinos representantes del pueblo elegido pueden hacer con sus míseras vidas lo que les de la gana?
Pero lo peor, es la reacción mundial. ¡Es el colmo! ¿Cómo pueden exigir que Israel cese su justa represión militar? ¿Acaso no entienden que Israel es el último bastión entre Oriente y Occidente? Es el perfecto ejemplo de la democracia, libertad y capitalismo, que crearon el sueño americano y las pastillas anticonceptivas. Sin ellos, la OPEP impondría los precios que quisiera al petróleo. Sin Israel, Irán lanzaría misiles nucleares a los pobres Estados Unidos (que viajarían primero a Polonia, luego República Checa y después Estados Unidos – según la “inteligencia” norteamericana). Sin Israel, los musulmanes dominarían al mundo y las mujeres usarían la burka. Ellos son el principal bastión contra Osama Ben Laden y la primera línea en la guerra contra el terrorismo mundial.
¿Qué le debe importar al mundo una minoría étnica, como los palestinos? Antes, la ONU debería enviar cascos azules para respaldar a los pobres israelíes. La OTAN debería lanzar su armada contra el mundo árabe, para asegurar las fronteras del pobre pueblo elegido. Estados Unidos debería trasladar sus fuerzas desde Irak (que al fin y al cabo está cerca) a Gaza, para enseñarles a los pobres soldados israelíes la manera correcta de realizar masacres y exterminar a la población civil. La ONU y el Tribunal de la Haya igual cerrarán los ojos ante esto, ya que Israel es “indispensable” en esta guerra contra el terrorismo y búsqueda de paz mundial.
Además, Israel es el foco de la economía mundial. ¿Acaso ya se le olvidó al mundo que lo que genera plata son las guerras y los conflictos armados? Esto da empleo y, por ende, le da de comer al mundo entero.
Así que no entiendo esa reacción del mundo “civilizado”. ¿Acaso nos hemos convertido en hippies pacifistas, ambientalistas y humanistas, preocupados por los seres humanos y la igualdad, en lugar de hacer dinero?
Señores, ¡no!
Edúquense, ¡por Dios!
Enero 6 de 2009