Me encanta la conchudez de la gente. En serio, estoy asombrado hasta la médula al ver las noticias, opiniones, caricaturas y videos sobre la decisión de Donald Trump de abandonar el Pacto del Clima. Claro está, todas negativas. El malvado de Trump está llevando el mundo a la olla al sacar a su país de un pacto que, a la hora de la verdad, no ha servido ni servirá para nada. Y la gente parece no comprender que esta decisión de Trump en poco o en nada evitará, aumentará o disminuirá la destrucción a la que, hoy por hoy, sometemos a nuestro planeta.
Es que hay que ser muy obtuso para no comprender una sencilla verdad: mientras el estilo de vida del ser humano siga basado en el capitalismo (sistema económico que busca acaparar el control del capital tangible), los árboles, el clima, los animales, los mares, el agua e incluso el mismo ser humano siempre estarán desplazados en importancia por la UTILIDAD ECONÓMICA DE UNA TRANSACCIÓN. Y en ese estilo estamos inmersos todos, gracias a la globalización y a la privatización de activos.
¿Qué están reclamando los activistas? Los Estados ya vendieron la mayoría de los activos tangibles que eran propiedad de la respectiva Nación (es decir del pueblo) a manos privadas, que hoy controlan el 99% de los activos del planeta. Por ende, los reclamos de los activistas sirven absolutamente de nada. De verdad, hay que ser muy simplón para preocuparse por el futuro del mundo y del clima mediante marchas, manifestaciones, etc. Sin una sola propuesta de cambio real y aplicable al modelo de vida actual.
Me da risa cuando la gente me dice que cree que algunas organizaciones salvarán el mundo y el planeta. ¿Qué Estado o personaje político (ya sea Obama, Trump, Putin, Merkel) hará el cambio si NO TIENEN POTESTAD SOBRE LA PROPIEDAD PRIVADA? Pero cuando devuelvo la pregunta interrogando “qué hace USTED para hacer el cambio”, me responden con evasivas. ¡Y tienen toda la razón! ¡Nadie es capaz de salir de su círculo de confort al que nos ha acostumbrado el consumismo!
Me da asco la hipocresía de la gente que espera que ALGUIEN haga el cambio por ellos, sin tocar su estilo de vida, cuando es, precisamente, ese estilo de vida el que está destruyendo el planeta. ¿De dónde creen que salen las comidas rápidas que tanto les encantan? ¿Los combustibles que utilizan? ¿Los aceites y jabones que utilizan? ¿Los muebles que les gusta tener? ¿Los vehículos que les encantan? ¿Los computadores? ¿Las tablets? ¿Los celulares? ¿Facebook? ¿Twitter?, etcétera, etcétera, etcétera. ¡Eso es lo que está consumiendo el planeta! Y, por ser USTED el consumidor a gran escala de lo anterior, ES el PRINCIPAL PROMOTOR y CAUSA de la DESTRUCCIÓN DEL PLANETA en contra de la que tanto se manifiesta. ¡Qué ironía! ¿No?
Si de verdad quiere salvar el mundo, DEJE DE SER HIPÓCRITA. Marchar contra el cambio, no hará absolutamente nada. Manifestarse, tampoco. Gritar, menos. Sólo las acciones que afectan y cambian el estilo de vida CONSUMISTA que llevamos harán algo al respecto.
Algunas de esas acciones deberían estar encaminadas a:
1. RECUPERAR por parte del ESTADO el control sobre los activos tangibles (petróleo, carbón, bosques, agua, acueductos, viaductos, mares, ríos, etc.) quitándoselo a las manos privadas, para generar un consumo racional de los mismos y por ende un mejor cuidado y su regeneración (si es posible).
2. ELIMINAR los monopolios de las MULTINACIONALES sobre la producción y control de los productos de consumo considerados vitales para la existencia del ser humano.
3. BAJAR de manera radical la producción y consumo en masa de productos como los vehículos, que de por sí inundan el planeta. Si la vida útil de un vehículo es entre 20 y 30 años, ¿para qué necesitamos un vehículo nuevo cada año?
4. REESTRUCTURAR por completo la ECONOMÍA MUNDIAL. Esto se logra DESGLOBALIZANDO el control sobre la economía mundial, eliminando el control de las entidades financieras (BANCOS) que tienen el dominio sobre los activos intangibles y por ende controlan el acceso a los activos tangibles.
Estos son algunos de los cambios que REALMENTE harán algo por el planeta. Hay muchos otros y me encantaría ver propuestas reales de los lectores, si es que en verdad usted está preocupado por el clima, el planeta, los animales y el futuro de la humanidad. Si no, pues este artículo no es para usted y me disculpo.
Si de verdad quiere cambiar el mundo: ¡CAMBIE USTED, PRIMERO!
Junio 01 de 2017