De corazones y emociones se ha vertido mar de tinta
De lechos vacíos y usados, se ha hablado sin cesar.
De amores tibios y de sexos se han encausado discusiones
Y todos juran que sí saben lo que de verdad es amar.
Y todos quieren demostrarnos que su destino del amor
Es más veraz que el universo, en su bendita creación.
Y la existencia es eterna, pregonan ellos sin parar,
Midiendo la eternidad en días, si acaso meses por variar.
Perjuran de sus juramentos y olvidan pronto a su amor.
Y buscan siempre nuevos lechos, sin paz hallar su corazón.
Y el alma, trastocada, busca un poco de cariño.
Y no lo halla pues no saben lo que es quererse a sí mismo.
Y son millares, o millones, que buscan solo perfección.
Tergiversando realidades y transformando en maldición
Su propia vida y existencia consagrada al hedonismo
Buscando en otros la respuesta que está en ellos mismos.
Desesperados y amargados, culpan a otros de sus errores,
Y buscan siempre aventuras que acabarán en mal de amores
Cuyos sonidos reverberan de aquí hasta la sierra,
Dejando mancha sobre el nombre del que su amor ostenta.
Y lo peor es el ejemplo que dan a aquellos que los miran.
Figuras tristes, inocentes, que aún no saben lo que sienten,
Y por ellos han de ser, también, como ellos, condenados,
A buscar lo que es amor, de lecho en lecho y lado y lado.
Y pocos saben o lo encuentran ya que el verlo es muy raro
Pues para ello hay que entender que el ser de al lado es tu hermano.
Que el amor, que tanto tú llevas buscando en quebranto,
Siempre ha estado ahí, en descubierto y en llanto.
Y, mientras buscabas al ser perfecto en otros lechos,
El ser perfecto estaba ahí, a tu lado y maltrecho.
Deja a un lado tu avaricia en la esencia del hedonismo.
Y aprende a querer a todos sin escepticismo.
Jueves, Agosto 19 de 2021