Mi cabeza no funciona
O acaso funciona demasiado bien.
Estoy tratando de vivir la vida,
Mas algo me impide realizarme como ser.
Intento e intento, desesperado,
Mas no obtengo recompensa alguna.
Estoy estancado en medio de la nada,
Sembrada en medio de la misfortuna.
Quisiera lograr salir de este estado,
Quisiera realizarme como un solo ser.
Mas pedazos de mi están esparcidos,
Por todo el mundo los puedo ver.
Y no, no estoy deprimido o acabado.
Triste estoy por al fin comprender,
Que los sueños nunca llegan a cumplirse.
Que los sueños sólo sueños llegan a ser.
Desilusionado también me siento un poco,
Porque creí y creo en la ilusión.
Estúpido soy, lo acepto sin problema,
Mas no veo la salida a esta cuestión.
¿De qué me sirve tener la fe como guía?
¿De qué me sirve esperanzas tener?
¿Para no encontrar nunca una salida?
¿Y morir esperanzado sin que llegue a suceder?
A Dios le doy gracias que me ha dejado esto,
La libertad de plasmar mis pensamientos en papel,
Porque dejarlos escondidos dentro de mi alma
Terminaría destruyendo por completo mi propio ser.
Hoy es domingo, Domingo Santo,
Y heme aquí, quejándome de lo que soy.
En vez de dar gracias al sacrificio del Alto.
El sobrenombre que yo a Dios le doy.
La verdad es que el exceso de pensamiento,
Me ha relegado a una vida de olvido.
Olvido quien soy a cada rato.
Y trato de creer que soy divino.
Tal vez por complacer mi propio ego,
Tal vez por sentirme de vez en cuando bien,
Tal vez porque en verdad así sea,
Tal vez tan sólo por desquitarme con el bien.
Peleo conmigo a todo instante,
Aunque la lucha a muerte ya no es.
He ganado un poco de talante,
Aunque queda un camino que recorrer.
Me siento vacío y al mismo tiempo lleno,
Inclinado al mal, tanto así al bien.
Estancado en la mitad de la nítida nada,
Sin tomar partido ni poder algo ofrecer.
Ayuda no pido, me he cansado,
Tanto que antaño yo la solicité.
Y nunca obtuve respuesta al llamado.
Aunque largos años lo esperé.
Me estoy confesando con mi íntimo amigo,
Con el que siempre me he llevado bien.
Aquel que me ha aguantado todas mis quejas,
Y me da consejos cuando los ha de tener.
Amigo incansable, aunque no siempre leal.
Amigo entrañable, aunque lejos prefiere estar.
El amigo más querido que un poeta puede tener.
Una hoja en blanco, una hoja de papel.
Domingo 20 de Abril de 2003.