¿Por qué me siento yo tan débil?
¿Por qué yo no lo puedo superar?
Amargo sentimiento que me embarga.
Amargo ser sin unidad.
Ayer. Oh, qué glorioso día.
Pensé que había vuelto a nacer.
Había olvidado la belleza.
Mas hoy, la oscuridad me vuelve a envolver.
Sin ganas de vivir siquiera,
Que es lo más bajo a que puedo llegar.
Sin poder hacer nada por mi desdicha,
Sin poder llegar mi meta alcanzar.
Si por lo menos las imágenes
Que minuto a minuto veo por doquier,
Desaparecieran dejando un descanso.
Que el deseo no volviera a aparecer.
Mas imposible es aquello.
Ya intenté lo que me rodea ignorar.
El resultado fue un horrible encierro,
Cuyas cuentas ahora tengo que pagar.
¿Por qué? Pregunto ya sin fuerzas.
¿Qué hice? La idea no me deja descansar.
¿Qué hago? La pregunta que me roe.
Y en silencio el alma al ser empieza a devorar.
¿Ayuda? Le he pedido en muchos lugares.
Respuesta: La negativa rotunda y total.
Sinceridad: La tengo hoy oculta.
Por humillaciones, burlas, quejas aguantar.
Yo he tratado de ser bueno,
Bajar mi cabeza cuando una lección me dan.
Me he tragado mi orgullo en una sola pieza.
No me queda nada ya por que luchar.
Derrotado: Así es como yo me siento.
Lo que quiero no lo puedo alcanzar.
La fe. Desapareció al ritmo frenético del tiempo.
La duda. Su lugar ha venido a ocupar.
¿Maldito soy acaso?, me pregunto.
Sin meta, sin principio ni final.
¿Bendito? Según las Escrituras.
Por aquello del que sufre al Cielo irá.
No quiero ser blasfemo ni odioso.
No quiero contra la voluntad divina ir.
Mas el deseo me consume y me acosa.
Y la respuesta por ningún lado veo venir.
Siguiendo los dictados de mi alma,
No quiero como otros acabar.
Llegar hasta la meta falsa,
Cuando la verdadera al otro lado está.
Lo he pensado y he aguantado,
En una carrera contra la necesidad.
Porque aquello lo que quiero no se hace
Como todo a lo que los hombres acostumbrados están.
El acto requiere de un milagro,
La intervención Divina del Poder.
El Creador cambiando lo que hizo.
Mas no se si el fin es el mal o el bien.
No quiero ir en contra de las reglas.
No quiero tampoco en la necesidad vivir.
No quiero seguir siendo impasible.
Mas quiero el deseo en mi porvenir.
Jueves 21 de Agosto del 2003