El alma está a punto de estallar,
El corazón no siente nada,
La mente misma en blanco está,
La vida en la fuente enlazada.
El vagabundo corazón,
Que tanto ha vagado,
Miles de millas recorrió,
Sin encontrar lo que ha buscado.
El alma, que era limpia y pura,
Ardió por el fuego del deseo,
Creció hasta volverse impura,
Desvaneciéndose en los brazos de Morfeo.
La vida está ahí, en alguna parte,
También el alma y el corazón,
La sangre de color granate,
Así como la mente, junto a la razón.
Pero no hay unión entre los miembros,
Han sido separados por encanto,
La palabra se encargó de separarlos,
Unirlos es el desencanto.
Jueves, 29 de abril de 2004