Rogué, rogué y sigo rogando,
Pidiendo una menester.
Pidiendo ayuda a El Alto,
Pidiéndolo a cualquier ser.
Deseo, deseo, deseo.
Tan sólo eso en mi mente se repite.
Cansada ya de todo lo que la rodea,
Cansada de sentir la vida.
¿Por qué?, pregunta sin cesar,
¿Por qué?, grita hasta el alma,
Y nadie ayuda con el malestar,
Nadie responde ni da esperanza.
Daría lo que fuera por conseguir aquello.
Haría lo que fuera, por que se haga realidad.
Más... tan sólo ocurre en los cuentos,
Los cuales me he cansado de inventar.
Quizás me estoy volviendo loco,
O quizás de por sí loco ya estoy.
Porque antes no creía en nadie ni nada,
Y ahora mi alma por Dios doy.
Y por más que ruegue y siga rogando,
Silencio es la respuesta que me dan.
Estoy cansado, muy cansado.
Pero mi deseo no va a cesar.
Martes, 06 de marzo de 2001